Nos siguen llegando encargos. En este caso era de un chico que quería tener un detallito con su novia.
Lo que nos pidió fue una cajita con poco colorido y que tuviese notas musicales y huellas de perritos.
Al no poder usar tonos llamativos, optemos por un decapé blanco sobre madera de haya, y acabado en aceite color roble claro para realzar el tono natural de la madera.
Sobre el decapé pirografiemos un pentagrama rodeando toda la caja, y le pusimos unas huellas de perrito como nos pidieron.
Personalicemos la caja grabando el nombre de la chica a la que iba destinada la cajita, y también su fecha de nacimiento.
La tapadera es reversible y tiene el nombre grabado por ambos lados.
En el reverso presenta un pequeño pentagrama con una clave de fa.
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