Rústica, en nuestro estilo, pero esta vez con un toque steampunk para no encasillarnos.
Y es que ya hemos hecho muchos trabajos de estilo rústico con motivos celtas o vikingos, ahora toca probar cosas nuevas.
La clave está en encontrar la armonía entre los distintos estilos que nos gustan.
Desde que hicimos la caja de Ghost que no habíamos vuelto a utilizar este tipo de decoración.
En la foto se pueden ver los primeros "engranajes" que dibujemos para decorar nuestra mesa.
Engranajes y sus soportes en marquetería.
En total unas 20 piezas que a su vez se combinan con otras 18 formando dos alturas.
Antes de unirlas les damos color.
La razón es porque si las encolamos antes de tintarlas, allí donde rebose la cola, no cogerá el tinte.
Estos serán los refuerzos que rodearán toda la mesa.
Los engranajes están ya unidos a sus soportes, y estos encolados a los listones.
El siguiente paso es clavar unos remaches de bronce en los ejes de los engranajes.
Ahora nuestras "piezas de relojería" resultan mas realistas, con tachuelas de diferentes tamaños, en tonos bronce, cobre y dorado.
Imágenes en detalle de nuestras piezas.
(Nuestro discreto homenaje a Type O Negative, del que seguramente muy pocos se habrán dado cuenta)
Ya está hecho lo más difícil, ahora solo queda el tablero y las patas de nuestra mesa.
Para el tablero usaremos friso de pino de 2 cm de espesor.
Cada tablón tiene 14 cm de ancho por 2,40 m de largo, pero no vamos a hacer nuestra mesa de casi dos metros y medio , sino de 1,40 m de largo y casi un metro de ancho.
El friso va machimbrado entre sí y reforzado con tableros cruzados en la parte inferior.
Para que no se vean estos huecos de la unión entre el macho y la hembra del friso pondremos un listón de unos 5 mm rodeando todo el contorno del tablero.
También taparemos con masilla todas las rendijas y los agujeros de los tornillos para dejar una superficie lisa.
Una vez puesto el listón, masillado, lijado y tintado solo queda el barniz para proteger nuestra mesa.
Llevará al menos 4 manos de barniz al agua de la casa Bona, especial para parquets.
Y con esto queda terminada nuestra mesa para el salón.
Ahora ya podemos invitar a nuestros amigos a cenar sin tener que mandar a nadie a la cocina...
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